Esta novela llamó mi atención porque se basa en una de esas preguntas que a veces surge en conversaciones informales entre amigos: ¿qué harías si supieras que vas a morir en las próximas 24 horas?, ¿cómo y con quién las pasarías?

La respuesta llega de la mano de Mateo y Rufus, dos adolescentes que reciben la noticia el mismo día, que tienen dos vidas completamente diferentes y que por azares del destino (y de las tecnologías disponibles) terminan pasando esas últimas 24 horas juntos, conociéndose, entablando una amistad, viviendo diferentes aventuras y reflexionando sobre el valor de la vida.

Los capítulos dedicados a Rufus y Mateo se van entrecruzando con capítulos cortos en los que se cuenta la experiencia de otras personas que reciben la noticia y deciden resignarse, entrar en negación, ejecutar actos terroristas, en fin, seguir todas las posibles opciones después de una noticia como esta. Además se cuenta cómo recibir esta noticia sobre un amigo o familiar ha cambiado la vida de los personajes involucrados en la historia.

Al final mueren los dos es un libro fácil de leer, que suscita reflexiones sobre la vida y cómo debemos aprovecharla cada día y no solo cuando sabemos que está por terminar. Algunos fragmentos son desgarradores, pero en general no es un libro pesimista ni lleno de tristeza. Lo recomiendo para quien gusta de la literatura juvenil.

Mi Último Mensaje sería que tienes que encontrar a tu gente. Y pensar que cada día constituye una vida entera.