El cielo es azul, La tierra blanca

Después de haber leído varias novelas de autores orientales, he aprendido que hay que abordarlas con calma y apreciando los detalles, porque en ellas parece que no pasa nada cuando lo que pasa es la vida.

En El cielo es azul, la tierra blanca los personajes principales son Tsukiko y el profesor Matsumoto. Una mujer en sus cuarenta y su profesor de japonés del colegio, que se encuentran por casualidad en estas etapas de sus vidas y entablan una amistad alrededor de la comida, la bebida, la compañía y el silencio.

A medida que la relación entre ellos evoluciona, se va descubriendo la historia de sus vidas y la razón por la cual están solos. Además, se van creando espacios de intimidad que suscitan reflexiones sobre la vida y sobre las relaciones humanas.

No fue un libro que me gustara particularmente porque realmente no pasa mucho y las reflexiones que encontré acá ya las había encontrado en otras obras. Además no me gustó particularmente el personaje del profesor, que podía ser un poco soberbio y criticaba constantemente a Tsukiko. En este punto es importante señalar que la novela está narrada desde el punto de vista de ella y por lo tanto está impregnada de sus preguntas, sus inseguridades, sus experiencias y sus dolores.

El libro ganó para mí después del encuentro del club de lectura de Tinta en el que se discutió (https://www.youtube.com/watch?v=o5c31eN_CVU) porque descubrí otras percepciones y me sorprendió particularmente el hecho

de que algunos lectores sintieran incomodidad por la relación entre los personajes. En todo caso, no es un libro que recomendaría a alguien que no sea buen lector, porque creo que lo abandonaría.

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