El imperio del dolor

Este es un libro que te deja sin palabras, un trabajo de investigación que impresiona por su detalle, por las conexiones que establece y por la capacidad del autor de condensarlo de forma magistral en 600 páginas. Patrick Radden Keefe es un magnífico narrador y los traductores de su obra al español hicieron un trabajo excepcional.

El imperio del dolor es la historia de la familia Sackler y Purdue Pharma, la empresa productora del OxyContin, hoy considerados los originadores de la crisis de los opioides.

El libro inicia enfocándose en la historia de Arthur, el hijo mayor de una familia de clase trabajadora, un hombre brillante y emprendedor que estudia medicina, trabaja en marketing y muy pronto entra al mundo de la publicidad farmacéutica para cambiarlo. Es acá en donde se empieza a vislumbrar la relación de la familia con la crisis, pues es claro que sus empresas publicitarias desarrollaron estrategias de moral dudosa para aumentar las ventas sin tener en cuenta el daño que estaban provocándole a la sociedad. Entre estas estrategias se encuentran el hecho de ocultar los efectos secundarios de los medicamentos, usar médicos falsos para hablar sobre los beneficios de los medicamentos, inventar estudios para justificar la seguridad de los medicamentos, presionar y sobornar a las autoridades de la FDA para que los medicamentos no fueran controlados o fueran aprobados sin pruebas, monopolizar la fabricación de medicamentos creando empresas que hacían lo mismo pero parecían ser de diferentes dueños, lanzar medicamentos sin aprobación y no sacarlos del mercado porque ya había pacientes que los estaban usando, en fin.

Simultáneamente, el libro retrata la vida familiar de los Sackler, los matrimonios e hijos que tuvieron, y cómo fueron evolucionando para convertirse en parte de la sociedad neoyorquina, en donde llegaron a ser reconocidos como filántropos. Lo más interesante es quizás el conflicto que se da entre los hermanos Arthur, Mortimer y Raymond porque su desenlace es que tanto Arthur como su descendencia quedan fuera del negocio de Purdue y quien toma las riendas de la empresa es Richard Sackler, uno de los hijos de Raymond con una capacidad aún mayor de hacer cualquier cosa por lograr sus objetivos.

Con esta segunda generación a cargo de los negocios entran en juego nuevas estrategias. Se discute el tema de la adicción y se hace evidente que todos los problemas generados son conocidos, pero ellos tampoco quieren solucionarlos porque matarían a la gallina de los huevos de oro. En lugar de eso plantean nuevas estrategias para mejorar sus ventas y sus justificaciones se enfocan en culpar a los pacientes por su supuesta proclividad a la adicción y sus problemas personales, aún cuando saben que los medicamentos y las decisiones que han tomado tienen parte de culpa en la crisis.

Una de las cosas que muestra el libro es que tanto los periodistas como las autoridades abordaron el tema en varias ocasiones, pero todos sus intentos de encontrar un culpable o una reivindicación fueron en vano por el poder de los Sackler y por la dificultad de construir una narrativa y probarla. En 2006 finalmente se logró una primera condena a 3 altos ejecutivos que fueron más bien chivos expiatorios, se prohibió a Purdue hacer negocios con la salud, pero ellos simplemente usaron otra de sus empresas para continuar aplicando las mismas prácticas.

En el 2017, Mike Moore, el abogado que litigó contra las tabacaleras entró en el tema y lo volvió parte del debate nacional a gran escala. Junto con otros abogados que fueron uniéndose, logró que finalmente se reconociera la responsabilidad de la familia en la crisis y destruyó su reputación, haciendo que hospitales, universidades y museos se desligaran de ella. Perdieron su legado y el buen nombre que tanto le importaba al patriarca.

Un libro impresionante que realmente me hizo pensar mucho. Sigo creyendo en el libre mercado y en el derecho que tienen las empresas de vender cualquier producto, pero con la verdad por delante. ¿Debería una empresa dejar de vender algo que sabe que puede generar adicción o matar? Quizás no, pero debería ser clara en decir que el riesgo de que eso pase es muy alto y en un mundo ideal tanto las autoridades como los expertos no deberían ser parte de la maquinaria.

Este es también uno de esos libros que me recuerda que todo tuvo que inventarse, que me hizo aprender un poco sobre la industria farmacéutica y su desarrollo (¡los fármacos para las enfermedades mentales no existían hasta los años 50!), que me hizo recordar que el opio, la morfina, la heroína y la oxicodona fueron introducidos inicialmente como medicamentos, y que me enseñó que la morfina y la oxicodona son similares, pero gracias al marketing la oxicodona no tiene el estigma de la muerte asociado. Un gran libro, muy recomendado.

Es un tópico afirmar que, en cualquier dinastía familiar en que se crea una gran riqueza, la segunda generación suele impresionar bastante menos que la primera.

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