Este año visité Hawaii y entendí un poco sobre la conexión que existe entre las islas de la Polinesia, así que cuando volví empecé a leer este libro que estaba en mi lista de lecturas desde 2019. Rapanui. Una herida en el océano, es un recuento de la historia de la Isla de Pascua y de los Rapanui, una crónica de abusos, robos y menosprecio hacia todo un grupo étnico, sus tradiciones, su cultura y su territorio.

El libro inicia contando quiénes son los Rapanui y cómo se instalaron en la isla alrededor del año 800 dc. En1722, cuando llegaron a la isla las primeras naves europeas, los Rapanui eran amables y curiosos, y continuaron recibiendo estas visitas esporádicas sin mayor afectación a su estilo de vida. Todo esto cambió en 1854, cuando se abolió la esclavitud de origen africano en Perú y a los coloonizadores de siempre se les ocurrió que la solución era traficar personas de la Polinesia.

A partir de este acontecimiento comienza el declive de su cultura, porque no solo se llevaron a una gran cantidad de la población, sino que cuando algunos lograron regresar trajeron enfermedades que mataron a muchos otros. Y para completar el desolador panorama, llegaron las misiones que despreciaron su cultura y borraron su lengua autóctona. Para finales de los años 1800 ya no había nadie que pudiera traducir el rongo rongo.

El siguiente acontecimiento importante para los Rapanui fue la colonización por parte de Chile que se dio en 1888. Y acá entra para mí una de las reflexiones personales que hice leyendo este libro: somos sudamericanos, fuimos una colonia y sabemos que mientras estuvieron acá los españoles hicieron lo que quisieron. Algunas personas (políticos, sobre todo) utilizan estos hechos de la historia en sus discursos victimistas, como si fuéramos mejores en las mismas circunstancias. Lo que demuestra todo lo que pasó en la Isla de Pascua es que cualquiera que tenga el poder para esclavizar a otro lo va a hacer, incluso si vivió eso antes (o tal vez porque lo vivió).

La colonización de Chile fue absolutamente cruel. Básicamente hicieron negocios con la isla y con sus habitantes sin considerarlos en ningún momento. Los tuvieron 70 años confinados en guetos y en situación de esclavitud, limitando sus lugares de pesca, destruyendo sus cosechas para que se vieran obligados a trabajar para ellos, negándoles el acceso a sus lugares sagrados, evitando que pudieran comunicarse con autoridades en el continente y asesinando a sus líderes.

En la última parte del libro se narra la revolución que llevaron a cabo los Rapanui en 1914 y cómo a partir de ella empezaron a mejorar algunas condiciones, ¡pero la esclavitd no fue abolida hasta los años 50! Desde entonces hubo una base militar Estadounidense en la isla y una demanda ante la CIDH. La verdad es que este libro es un recuento de la deuda histórica que tienen los chilenos con los Rapanui y lo que queda claro es que, no importa cómo la paguen, hay muchos seres y saberes que nunca se podrán recuperar.