La forma de las ruinas

Libro La forma de las ruinas de Juan Gabriel Vásquez

Esta es la segunda vez que leo a Juan Gabriel Vásquez y considerando los temas abordados en los dos libros que he leído, estoy pensando que para él es muy importante entender el pasado de Colombia, que es su pasado y también el mío.

Este libro me produjo sensaciones de cercanía y familiaridad suscitadas por la mención de lugares y personas que conozco o que he escuchado en varias ocasiones a lo largo de mi vida. También me produjo una sensación de vergüenza porque debo reconocer que ignoraba muchos de los hechos históricos que se cuentan y eso no es aceptable tratándose de la Historia de mi propio país.

El argumento y el género del libro son indefinibles. A veces parece que se tratara de una novela sobre una persona obsesionada con conspiraciones, pero luego se convierte en una autobiografía, o en una crónica, o en el resumen novelado de un juicio y un libro de 1917. A veces parece que el tema central fuera la conspiración detrás de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, pero luego la narración se centra en el asesinato de Rafael Uribe Uribe o en las vidas de tres personajes que se cruzan en los años 2000 y que llevan el hilo argumental del libro.

Como suele suceder con textos de este estilo, me surgieron muchas dudas sobre esa delgada línea que separa la realidad de la ficción y busqué artículos en internet sobre los temas tratados para tratar de dilucidar lo real de lo ficticio. Me siguen quedando muchas dudas y lo triste es que algunas no se resolverán nunca porque son parte de los hechos históricos que no fueron explicados o recibieron una explicación oficial que nos fue transmitida, a pesar de sus fallas.

Con este libro entendí que todos somos personajes anónimos de una parte de la Historia, que algunos tienen la suerte o el infortunio de convertirse en protagonistas y que dentro de todos esos personajes, siempre habrá alguno con una versión llena de piezas invisibles para los demás.

En ésas nos pasamos todo el tiempo: malinterpretando a los otros, leyéndolos en clave equivocada, intentando dar el salto hacia ellos y luego cayendo al vacío. No hay manera de saber realmente lo que les pasa por dentro, aunque la ilusión sea tan atractiva: todo el tiempo se abren entre nosotros y los demás vacíos inabarcables, y el espejismo de la comprensión o la empatía es sólo eso, un espejismo.

Fragmento del libro La forma de las ruinas de Juan Gabriel Vásquez

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