Me vi la película y me encantó, así que decidí comprar el libro y leerlo inmediatamente. La conclusión es que también me encantó y en este caso aunque los argumentos de la película y el libro son casi idénticos, tienen sus pequeñas diferencias que aportan algo más a la historia de Elio y Olivier.
Llámame por tu nombre es una historia de amor adolescente y por lo tanto es cursi, hermosa, dramática y triste, pero además es una historia sobre el descubrimiento de la propia identidad con las dudas y la inseguridad que eso implica.
André Aciman tiene una hermosa forma de narrar y es evidente que también tiene una gran cultura, y con esos dos componentes logra convertir un historia de amor que podría ser común en una narración maravillosa en la que se reflejan de forma vívida todos los sentimientos asociados a un enamoramiento: el dolor, la felicidad, la esperanza, la desilusión, la crueldad…
Creo que este es uno de esos casos en los que leer el libro y ver la película son dos experiencias indispensables y complementarias.
La naturaleza tiene maneras extrañas de encontrar nuestros puntos débiles.