No recuerdo otra película en la que hubiera visto llorar a tanta gente.
No se aceptan devoluciones es una película alegre y divertida casi todo el tiempo y por eso el final es tan duro e inesperado.
Es una película que vale la pena ver por Maggie (Loreto Peralta), que a sus 9 años es una gran actriz, además de bilingüe de verdad ¡Como muchos quisiéramos serlo!
También vale la pena por Eugenio derbez y la relación que establece con Maggie, que hace que los veamos como si realmente fueran padre e hija y hace sentir empatía con la historia.
Una película que debe ver toda la familia, por ese amor que muestra, que es incondicional de verdad y no tiene nada que ver con la sangre. Conmovedora.