Sobre la segunda guerra mundial se ha escrito de todo. Si hablamos de géneros, podemos encontrar por lo menos una obra en todo el rango entre la ficción y la no-ficción y si hablamos de un género en particular, como por ejemplo la novela, podemos encontrar miles de historias con enfoques y personajes completamente diferentes.
El ruiseñor es una de esas historias. La historia de dos hermanas que luchan, cada una a su manera, para sobreponerse y sobrevivir al destino que les tocó en suerte: Isabelle, desde la rebeldía de la juventud se une a la resistencia y Vianne, desde la sensatez de su rol de madre se dedica a proteger a los suyos.
Esto es lo interesante de la historia, que las protagonistas son mujeres y que se muestran dos roles diferentes, pero igual de importantes en tiempos de guerra, que se muestra que aunque las mujeres no luchen en el frente con armas (al menos no estas mujeres), están librando una batalla igual de importante que muchas veces las obliga a asumir el papel de someterse al enemigo.
Una historia conmovedora, triste, valiente, inesperada que debe ser similar a la que han vivido muchas mujeres en tiempos de guerra.
Con la guerra tenía la impresión de que cada vez que creía haber tocado fondo sucedía algo aún peor.