La sinopsis del libro era críptica, pero me causaba tanta curiosidad que lo compré y lo leí pensando que lo que me esperaba detrás de esas 125 páginas era incierto.
Ahora sé que me esperaba la melancolía, que Seda es un libro de frases cortas y precisas, perfectamente seleccionadas para dar la impresión de que nada falta y nada sobra. Sé que la sutileza en la escritura es un arte y que usarla para insinuarlo todo y decir poco puede ser muy erótico. Sé que lo recomendaría y lo volvería a leer.
Tal vez sea que la vida a veces da tales vueltas que no queda ya absolutamente nada que decir.