Cumbres borrascosas es un clásico de la literatura universal que todo amante de la literatura debe leer, porque su argumento, sus personajes y su escenografía son referencias utilizadas con frecuencia en muchas obras y por muchos autores.
El argumento es bastante trágico porque se basa en la ejecución de una venganza y las historias de venganza nunca son color de rosa. En Cumbres borrascosas, Heatcliff, quien es «recogido» por una familia pudiente en su infancia, recibe malos tratos por parte de algunos miembros de la familia y, cuando su situación mejora, toma venganza de la peor forma posible: degradando a las personas y reduciéndolas emocional y físicamente.
Los personajes del libro son detestables. No tengo recuerdo de ningún otro libro en el que me haya sido imposible sentir empatía hacia los personajes y en el que no haya encontrado ningún personaje «bueno» o «ideal» cuyo destino me importara. En este caso tenía la sensación de que ninguno merecía un buen final.
En cuanto a la escenografía, he leído que para los expertos Cumbres borrascosas (el lugar en el que ocurre la historia) es un personaje en sí mismo, porque tiene una personalidad propia, fuerte, hostil y que marca todo el argumento. Personalmente me parecería un lugar terrible para vivir y creo que es fundamental para la novela, porque los personajes no estarían tan atormentados si no vivieran allá.
Una novela que a veces es un poco densa y que no recomendaría a cualquiera.
La traición y la violencia son armas de dos filos que hieren a quienes las manejan más que a sus enemigos.