Los dos relatos que componen este libro son tan breves que comentarlos es casi como hacer un resumen de ellos.
El hombre sentado en el pasillo y El mal de la muerte son dos pequeñas historias sexuales bellamente escritas en las que se insinúa más que lo que realmente se dice. Las dos tienen en común que son melancólicas y despiertan más tristeza que pasión o deseo.
Un libro que se lee en pocos minutos, pero que deja imágenes e ideas para seguir construyendo pensamientos durante varias horas.