Cuando empecé a leer La piel del cielo, pensé que se trataba de la historia de la familia De Tena; sin embargo, a medida que avancé en la lectura me di cuenta de que realmente era la historia de uno de sus miembros, Lorenzo de Tena, y empecé a sospechar que no era solamente una novela, sino que se basaba en la vida de un personaje real.
Ahora tengo la certeza de que se basa en la vida de Guillermo Haro, un astrónomo mexicano que contribuyó en gran medida al desarrollo de esta ciencia en su país, pero que para hacerlo tuvo que luchar contra la superstición de sus conciudadanos, la falta de ambición de sus estudiantes y el olvido del gobierno. En resumen, es un reflejo de la vida de cualquier científico latinoamericano que con su terquedad y la fuerza de sus sueños trata de sacar a su país del atraso en el que se encuentra.
La última parte del libro se centra especialmente en Fausta, una mujer que aparece en la vida de Lorenzo para obsesionarlo y mostrarle que hay más cosas en la vida que su ciencia. Esta parte es divertida por la dinámica entre los dos personajes, pero para mí el libro es aburrido en general y creo que podría contar la misma historia con menos palabras.
No sé qué tanto de lo que se cuenta es cierto, pero sé que Elena Poniatowska fue esposa de Haro hasta su muerte, que debía saber bastante sobre su vida y que la novela no es nada indulgente con su carácter.
Combatir la muerte con la vida es una regla de salud mental.