Había leído que los primeros premios Nobel eran «particulares», porque su literatura era más una muestra de arte nórdico que de algo universal y eso fue precisamente lo que descubrí en La marcha nupcial.

Se trata de una novela costumbrista que sucede en las montañas de Noruega y gira en torno a una familia marcada por la marcha nupcial compuesta por Ole Hangen, uno de sus primeros miembros. La marcha nupcial es el presagio de felicidad de las parejas que se casan y, por eso, el día que no suena en una de las bodas de otra generación de la familia, se rompe el buen augurio que no volverá hasta la siguiente generación.

La verdad es un libro aburrido que no recomiendo. Tal vez en otra época fuera útil para entender la cultura noruega, pero creo que ha perdido vigencia y que al lado de la literatura de hoy, es demasiado ingenuo.

En los momentos decisivos de la vida, todos los presagios son buenos.