Hace algunos meses tomé un curso sobre Management 3.0 y la facilitadora nos habló sobre la importancia de conocer a las personas y de entender qué las mueve; en medio de su charla habló de este libro y por eso terminé leyéndolo.

Lo que no esperaba o no tenía tan claro es que fuera un libro de consejería matrimonial (lo sé, la portada y el subtítulo son bastante obvios, pero no reflexioné demasiado), así que durante toda la lectura estuve tratando de extrapolar los casos a situaciones diferentes, como las relaciones familiares y laborales.

La verdad es que el libro expone una teoría interesante, especialmente porque tiene mucho sentido: todos los seres humanos tenemos un tanque de amor, pero no todos los tanques se llenan con el mismo contenido y por eso las relaciones son tan difíciles. Algunos necesitan el contacto físico más que otros, algunos necesitan los regalos más que otros, en fin.

Lo único que me hace dudar un poco del libro (y de los libros de autoayuda en general) es que todos los casos que expone son exitosos y seguramente no todos los matrimonios asesorados por Gary Chapman solucionaron sus problemas. Además, en algunos casos los consejos de Chapman chocaban con mi forma de ver el mundo porque sentía que se trataba de relaciones en las que había algún tipo de maltrato físico o psicológico, que para mí no tienen solución más que huir antes de que sea tarde.

Lo recomiendo, creo que tiene ideas valiosas. Mi único consejo es que compren la edición correcta, porque después descubrí que existen «Los 5 lenguajes del amor de los jóvenes», «Los 5 lenguajes del amor para hombres», «Los 5 lenguajes del amor para solteros», «Los 5 lenguajes del amor de los niños», etc.

Nuestra necesidad emocional más básica no es enamorarnos, sino ser amado de verdad por el otro, conocer un amor que brota de la razón y de la decisión, no del instinto. Necesito que me ame alguien que decida amarme, que vea en mí algo digno de amar.