Este libro fue un best seller hace algunos años, hizo a su autor famoso en todo el mundo y ya fue adaptado como miniserie de televisión, ¡por supuesto que tenía que leerlo!
Se trata de un thriller que tiene lugar en el 2008, cuando se reabre la investigación de un caso de asesinato ocurrido en 1975 porque el cadáver de la víctima, Nola Kellergan, aparece. Los dos personajes que nos conectan con esta historia son Marcus Goldman y Harry Quebert; el primero es un escritor de un best-seller que está sufriendo del síndrome de la página en blanco y el segundo es su mentor, un escritor famoso y además uno de los principales sospechosos del crimen.
A lo largo del libro, Goldman investiga y reconstruye el pasado tratando de probar la inocencia de su maestro, mientras se esfuerza por escribir un libro en el presente. Su investigación lo lleva a dudar de hombre que cree conocer y a hacer dudar al lector de las diferentes posibilidades que se van presentando a medida que avanza la narración porque, como en todo thriller, todo el mundo tiene secretos y nadie es lo que parece…o lo que aparenta.
Hay dos cosas por las que este libro me encantó: la primera es que los protagonistas son escritores y por lo tanto sus conversaciones giran alrededor del oficio de escribir, de sus dificultades, de sus retos, de lo importante que es para sus vidas; y la segunda es que la relación entre ellos dos es única, de una belleza incomparable; además como el original es en francés, Dicker utiliza el «tú» y el «usted» y esas sutilezas quedan plasmadas en la traducción en español.
Un libro recomendado, muy entretenido y lleno de reflexiones interesantes sobre la vida y el amor. Si necesitan un libro para regalar, este es una gran idea.
Todo lo que sé es que la vida es una sucesión de elecciones que después hay que asumir.