Una novela criminal cuenta una historia que muchas personas conocen porque estuvo en los periódicos durante un buen tiempo, generó conflictos diplomáticos y sigue generando polémica cada vez que se menciona. Es la historia de Florence Cassez e Israel Vallarta, dos personas detenidas en México bajo cargos de secuestro, en medio de una serie de irregularidades.
Jorge Volpi escribe una novela documental en la que cuenta los hechos basándose en entrevistas e investigaciones, que no solo ponen en duda las versiones oficiales, sino que prácticamente demuestran que la justicia es una payasada, que quien tiene poder puede hacer lo que quiera con la suerte de los demás para beneficiarse, que quien es capaz de manipular a la opinión pública puede convertir una verdad a medias en una verdad indiscutible y que, parafraseando a Orwell, «todos somos iguales, pero hay algunos más iguales que otros».
Sinceramente sentí terror leyendo este libro, porque todo el tiempo estuve pensando en que estar en el momento equivocado en el lugar equivocado (y en un país como México o Colombia), podría convertirse en una sentencia de vida. Este es un libro que invita a la reflexión, que contagia los sentimientos de rabia e impotencia de sus protagonistas y que genera preguntas sobre los sistemas que rigen nuestras vidas. ¿Cuánta gente habrá sido condenada sin ser culpable?, ¿y cuántos han sido condenados por la opinión pública que desconoce los hechos reales? Hasta recuerdo que la primera vez que oí sobre este caso pensé «¿qué hace Francia defendiendo a secuestradores?».
Este es un libro muy bien escrito y que claramente se soporta en un trabajo investigativo admirable. Mi único pero es que a medida que avanzaba fui perdiendo un poco el interés, porque inicialmente me sentí leyendo una novela, pero al final me sentí leyendo expedientes judiciales con todo el (aburrido) vocabulario legal. Es un libro que recomiendo para reflexionar sobre la justicia, sobre la presunción de inocencia y sobre nuestros sistemas judiciales.