Leí esta novela como parte del Reto Planeta (#RetoPlaneta en Twitter) de este año, que para el mes de febrero incita a leer «un libro que hable sobre alguna enfermedad».

En coma no habla específicamente de una enfermedad, sino que retrata el misterio de un hospital en el que algunos pacientes que se someten a cirugías menores caen en coma por causas desconocidas. Se puede categorizar como un thiller médico, en el que la investigadora es una residente de cirugía que tiene en su contra dos factores: ser mujer en un medio machista y ser todavía una estudiante en un mundo de especialistas con egos muy elevados.

Es un libro entretenido, aunque a veces aburre un poco por las explicaciones relacionadas con procedimientos médicos. El suspenso es palpable y dan ganas de terminarlo rápido solo para saber quiénes son los buenos y quiénes los malos; no en vano fue un bestseller en los años 70, cuando se publicó y se adaptó como película.

Si eres de los que siente miedo de ir al médico y cree que hay conspiraciones por todas partes, mejor no lo leas. Después de leerlo entendí un poco de donde vienen algunas creencias y miedos de otras generaciones.