Hay temas difíciles y uno de ellos es el que aborda este libro: la vejez y la muerte de los padres.
En 100 páginas Rodrigo García abre la puerta a la intimidad de su familia, narrando episodios de la enfermedad y muerte de sus padres, en los que no solo cuenta detalles sobre ellos, sino que revela sus pensamientos y sentimientos durante esos momentos, uniéndolos con los recuerdos de lo que fue la vida junto a ellos.
Es un libro que inevitablemente lleva a la reflexión porque la vejez es una lotería, no sabemos cómo será la de nuestros padres o cómo será la nuestra, pero si hay algo que sentí leyéndolo es que debemos aprovechar cada momento que podamos estar junto a ellos para conocerlos y construir recuerdos hermosos que luego nos permitan rendirles homenaje con nuestros pensamientos o nuestras obras.
La vida, con lo antigua que es y por más que se haya vivido, sigue siendo misericordiosamente impredecible. La muerte, cuando ronda así de cerca, rara vez decepciona.