Tres años después retomo las aventuras del capitán y debo contarles que antes de leer la tercera entrega, volví a leer las dos primeras porque ya no recordaba casi nada.
La relectura fue interesante: recordar y redescubrir personajes e historias siempre genera nostalgia, especialmente porque la lectura de un libro está ligada al momento de nuestra vida en el que lo estamos leyendo.
En esta entrega, Alatriste e Íñigo Balboa están en medio de la guerra y por eso la historia es más cruda y pesimista. Lo único que cuenta en este contexto es sobrevivir.
Un gran libro que además genera curiosidad artística, porque habla de la obra La rendición de Breda de Velásquez y menciona la aparición de Alatriste en ella. Aunque obviamente no es cierto, divierte pensar que podría haberlo sido y que quizás Arturo Pérez-Reverte solo escribió este libro para mencionar la coincidencia.
Hay cosas… que ellas saben desde que nacen… Aunque ni siquiera sepan que las saben […] Cosas que a los hombres nos lleva toda una vida aprender.