Cuando empecé a leerlo creí que no lo iba a acabar, sentía asco, pero decidí continuar porque no es común que un libro genere sentimientos tan radicales desde el comienzo y menos sentimientos tan vívidos. A las pocas páginas estaba completamente atrapada por la historia.

Es un libro muy extraño en el que toda la historia gira alrededor de los olores, el perfume de las cosas y los sentimientos que éstos despiertan en Grenouille (apellido del protagonista, que traducido del francés ¡significa rana!).

Lo más extraño de la historia empieza después, cuando su capacidad olfativa llega al punto en el que puede crear un perfume para hacer que todos lo amen y eso desencadena una serie de escenas absurdas, para concluir en el episodio más surrealista y chocante posible. Sin palabras.

Yo no sé mucho de perfumes ni de aromas, pero me gustaba como los describía y con este libro me dieron ganas de aprender más sobre el tema. El tiempo no me alcanza para tantas cosas que quiero aprender.

En todas las artes, como en todas las artesanías, ¡aprende bien eso antes de irte!, el talento sirve de bien poco si no va acompañado por la experiencia, que se logra a fuerza de modestia y aplicación.