Supongo que más de uno ha criticado a Piedad Bonnett por hacer dinero de su tragedia, pero yo soy de las que piensa que 1. tiene derecho a hacerlo si quiere y 2. dudo mucho que sea lo que pretende.
Creo que este libro es un exorcismo. Siendo una escritora, la forma más fácil de lidiar con su duelo debe ser escribiendo y creo que de esose trata este libro. Es un libro íntimo, en el que se cuentan detalles de su vida familiar y de la enfermedad de su hijo que finalmente lo llevó al suicidio.
Es también una crítica al sistema de salud y a los médicos que parece no haberlo ayudado en el momento oportuno o de la forma adecuada.
Esta obra puede darle fuerza a otras familias que se enfrentan con el fantasma de una enfermedad de este tipo o del suicidio.
Qué difícil escapar a la ortodoxia, a los caminos trazados por una sociedad que determina cuáles son las formas del éxito. Transitamos casi siempre por vías estrechas, buscando una supuesta coherencia, asustados por el caos o el diletantismo.