Lo mejor de este libro es la portada. No porque el libro sea malo, sino porque la portada es maravillosa. Y para complementar esa portada maravillosa, en cada capítulo hay una ilustración alusiva al tema que se trata.

Me gustan estos libros en los que se aprenden cosas. Me gusta que esas cosas tengan que ver con libros y literatura. Leeré La sangre de los libros porque me gustó este, a pesar de algunos detallitos no tan agradables.

Mi pero con este libro es el tono, que no me gustó tanto. A veces Santiago Posteguillo trata de ser interesante contando las curiosidades como pequeños cuentos, poniéndole parlamento a los grandes personajes de sus historias y la verdad hubiera preferido que se ahorrara ese formato.

En todo caso, muy recomendado para quienes aman la literatura y sus pequeñas curiosidades.

Es sólo que en la ineludible vorágine del presente olvidamos nuestro pasado.