Estuvimos en el concierto de Katy Perry y lo puedo resumir como una pequeña y agotadora aventura.
Las puertas se abrían a las 4 pm y 3 artistas estaban encargados de la previa del concierto desde las 6 pm. Llegamos a las 6.30, comimos perros calientes de Donde Beto (a $10.000 cada uno, pero estaban deliciosos) y luego entramos.
Había muchísima gente, pero no tuvimos que hacer mucha fila. Además había vendedores por todas partes y se conseguía cualquier cantidad de cosas alusivas a Katy Perry y su muy original estilo: cachuchas, pelucas, diademas con corazones, diademas con orejas de animales, afiches, camisetas, en fin… Este tipo de espectáculos es muy bueno para la economía de algunas familias.
Teníamos boletas VIP, afortunadamente, porque la zona de las boletas preferenciales era muy alejada del escenario y la fila para entrar era mucho más larga.
Cuando llegamos a la zona del concierto (como a las 7), estaba cantando una agrupación colombiana que no conocíamos llamada Durazno. Estuvo bien, pero suelo no disfrutar mucho a los teloneros para no desgastarme. A las 7:45 salió Tinashe, una cantante Estadounidense que está haciendo la gira con Katy, que canta algo entre el pop y el hip hop y que baila de una forma impresionante. Es pura energía. También estuvo bien. Al otro artista, que era un DJ Colombiano, no lo vimos. Supongo que se presentó a las 6, antes de Durazno.
Supuestamente Katy Perry salía a las 9, pero como raro no cumplieron y salió como a las 9:40… Ya la gente (incluyéndome) se estaba desesperando.
Salió cantando Roar, así que el ánimo estuvo en un nivel muy alto desde el comienzo. Cantó todas sus canciones famosas: Roar, Part of me, Dark horde, The one that got away, Hot n’ cold, Teenage dream, Unconditionally, I kissed a girl, Firework, en fin, hizo el concierto completo de su tour y con todos los cambios de vestuario y coreografías que suele hacer. El sonido fue muy bueno y la interpretación de ella impecable, es una gran artista.
El concierto terminó a las 11.30 y ahí empezó el capítulo de la aventura para salir. Duramos como 20 minutos en llegar hasta la puerta, porque había mucha gente y solo una salida. La autopista estaba trancada, los carros prácticamente no se movían y no había esperanza de que lo hicieran, así que decidimos caminar y, por toda la gente aue nos encontramos en el camino, muchos tomaron esa decisión.
Llegamos al portal del norte a la 1 am y todos los tacistas nos peguntaban para dónde ibamos antes de subirnos (por eso preferimos a Uber), como nunca respondemos a esa pregunta, preferimos seguir caminando y a la 1.20 ya estábamos durmiendo. Agotador, pero inolvidable.