Compré este libro aprovechando la promoción de Alfaguara y la Librería Nacional: el segundo libro con el 40% de descuento; y lo compré porque ganó el premio Alfaguara de novela en el 2013, así que imaginé que debía ser interesante… por lo menos la descripción sonaba interesante.
Todo el libro está narrado en primera persona, de forma pausada casi aburrida, por un cuarentón solitario que parece tener una vida con la que no está satisfecho y que encuentra en una llamada la oportunidad de salir de su monotonía.
La historia es absolutamente improbable, porque Samuel (así se llama el protagonista) termina inventándose una historia de amor con una persona que no conoció y esa se vuelve la puerta de escape de su vida. Es muy gracioso como, a medida que avanza la novela, parece que él mismo se fuera convenciendo de que vivió esa historia y empieza a hacer comentarios completamente fuera de lugar teniendo en cuenta su verdadero papel en ella.
La improbabilidad de lo narrado y esa actitud del narrador hacen que, a pesar de lo lenta y plana que es la novela, el lector sienta esas ganas de acabarla y saber en qué termina esa locura.
Es sabido que queremos que los ojos del otro reflejen no lo que somos, sino aquella persona que nos gustaría ser, aunque tengamos que cargar para ello con la sensación de insuficiencia al intentar adaptarnos a esa imagen ideal, más bien a esa deformación favorecedora de nosotros mismos.
Hi!
Me gusta tu opinión, este libro lo comentaré en mi blog la semana que viene, lo leí el año pasado y en el club de lectura lo han propuesto para esta semana.
Me gustó no tanto como esperé, el título me llamó la atención, aparte el escritor vino a una conferencia y me firmó el libro. 🙂
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Hola. Creo que me pasó lo mismo, no me gustó tanto como esperaba, pero tampoco estaba tan mal. Qué suerte que te lo hayan firmado… a mi la verdad no me llama mucho la atención el escritor, leyendo este libro tuve una sensación de que era xenófobo, muchos comentarios de chinos, ecuatorianos, colombianos, creo que hasta rusos, que me parecía que no era necesario poner en el libro.
Un saludo.
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