Por primera vez llegué a un concierto justo cuando iba a empezar. Soy la clase de persona que llega una o dos horas antes de la hora indicada en la boleta, pero esta vez, debido a diferentes circunstancias no pude hacerlo y llegué al lugar del concierto a las 8:20 pm, 10 minutos antes de la hora anunciada de inicio.
Me perdí a The Mills, los teloneros, pero ya los había visto en el concierto de James Blunt y como dije en esa ocasión, no voy a un concierto a ver los teloneros, así que realmente no me preocupó mucho perdérmelos.
Nos hicimos atrás en la localidad VIP, lo cual no fue malo pues me dio mejor perspectiva que en otros conciertos y aunque no veía a la banda de cerca, si podía verlos desde ciertos ángulos sin sufrir mucho, además veía perfectamente las pantallas.
El concierto empezó a las 8:30, lo cual es una novedad porque ¡nunca cumplen los horarios! y la entrada de la banda se dió en medio de sonidos de animales, figuras alusivas a la selva en las pantallas y la canción Animals. Luego interpretaron una canción tras otra sin parar, demostrando que son grandes artistas y que su repertorio ha crecido significativamente.
Me sorprendió que no se acercaran tanto al público como otros artistas; no le dan la mano a nadie, no hacen stage diving, no se ponen banderas (de hecho no se permitía entrar banderas o pancartas), no reciben cosas. A mí no me parece mal, pero si me parece raro y me causa curiosidad, ¿será que tuvieron alguna mala experiencia con eso en el pasado y dejaron de hacerlo?
Volviendo a la música, el concierto duró una hora y media y cantaron todos sus hits de los 4 albumes: she will be loved, harder to breathe, sunday morning, this love, wake up call, love somebody, payphone, one more night, maps, animals, sugar…
Además interpretaron Stereo hearts y pudimos ver el talento para rapear de Adam Levine. Me hubiera encantado que también interpretaran Locked away, pero supongo que era un poco más complicado el rap de esa canción.
El álbum del que menos cantaron fue It won’t be soon before long, del que me hubiera gustado escuchar Not falling apart y Won’t go home without you. Adam Levine se desafinó unas 2 veces y estuvo permanentemente llevándose el soporte del micrófono de un lado a otro. Se notaba su energía durante todo el concierto, pero me encantó especialmente cuando cantó Lucky strike y gracias a eso es mi nueva canción favorita de Maroon 5.
El show cerró con Sugar y creo que nadie salió decepcionado. Yo salí feliz y con nuevos recuerdos para llenar mi memoria.