El año pasado vi por primera vez el anuncio de un premio literario: el premio Alfaguara de novela 2015. Se lo ganó una escritora que no conocía, pero que por la presentación deduje que era muy conocida en otros países y en particular en su Chile natal. Este fin de semana finalmente leí la obra que ganó el premio, titulada como un famoso bolero cubano y me gustó mucho.
Contigo en la distancia es un libro intrigante desde el primer párrafo y no pierde el ritmo en ningún momento. Por el contrario, a medida que se avanza en su lectura, se descubre que en realidad encierra más de una intriga y no se puede parar de leer hasta que se descubren todos sus secretos.
El argumento gira alrededor de un personaje único, la escritora Vera Sigall, que deja marcadas las vidas de quienes la conocen y cuya historia descubrimos a través de las voces de tres personajes: Horacio, Daniel y Emilia, que para mí representan el pasado, el presente y el futuro de Vera y que también son únicos porque tienen sus propias manías y misterios. Además, si hay algo curioso e intrigante en esta novela son las relaciones extrañas que estos personajes construyen entre ellos y con los demás.
El lenguaje del libro es muy cuidado, llegando en algunas ocasiones a la poesía y sin embargo no es pretencioso porque encaja perfectamente en el argumento y con el carácter de los personajes. También se nota el esmero de la autora en la construcción de la obra literaria de Vera y de Horacio. Los títulos, las descripciones y los fragmentos de sus obras están perfecta y cuidadosamente incorporados en la trama y no puedo sino imaginar el tiempo que le tomó a Carla Guelfenbein diseñar la biografía de sus personajes y estructurar la obra literaria de cada uno de ellos; es casi como si escribiera muchos libros en un solo, como la famosa estructura de cajas chinas de Las mil y una noches.
Cada libro que leo me deja pensando en algo en particular y este no podía ser la excepción. En esta ocasión la idea que quedó en mi cabeza fue la del autor y su inspiración. Si hay algo que muestra esta novela es que los autores plasman en sus obras mucho más que ideas abstractas o fantasías, que sus personajes o argumentos pueden tener un sentido oculto que solamente comprenderán personas específicas y que ni siquiera los mejores analistas literarios pueden descubrir todos los significados de una obra.
Cierro contando que cuando Carla Guelfenbein aceptó el premio y habló sobre esta novela, se refirió a la influencia de Clarice Lispector sobre su obra. Es otra autora que no conocía y nunca he leído, pero después de una referencia como esta, buscaré algo de ella para leer.
Pensé que la felicidad llega por los caminos más extraños. A su propio aire. No hay forma de convocarla ni esperarla. Puede aparecer, como no hacerlo nunca.