Iba a comenzar este post escribiendo que es la primera vez que veo un espectáculo de ballet en vivo, pero recordé que alguna vez vi al ballet de San Petersburgo sobre hielo y que he visto pequeños números de ballet dentro de óperas y zarzuelas, así que técnicamente esta no fue mi primera vez, pero este si fue un show muy distinto a todos los que he visto y mucho más cercano a lo que clásicamente se conoce como ballet.
Tenía muchas expectativas y se cumplieron todas. El espectáculo estaba divivido en dos actos en los que la compañía interpretaba dos piezas distintas de Rachmaninov acompañada por la Orquesta Filarmónica de Bogotá. El primer acto fue mi favorito, con movimientos clásicos, muy poéticos y muy delicados; el segundo fue mucho más moderno y lleno de energía, pero también fue hermoso.
La escenografía era muy sencilla, con proyecciones de Kandinski que cambiaban de acuerdo con la coreografía y que combinaban con los trajes de los bailarines. La música, además de que es bellísima, fue interpretada maravillosamente por la orquesta; el pianista me dejó muy impresionada con su interpretación. Espero tener la oportunidad de volver a escucharlo en vivo.