Las ideas que vienen a mi mente después de leer este libro: Murakami y sus mundos extraños. Murakami y sus ideas insólitas. Murakami y sus personajes solitarios. Murakami y su realismo mágico.
Me gustó. ¡Claro que me gustó!, pero no por eso deja de ser un libro sumamente raro. 1Q84 es la historia de Tengo y Aomame, dos personajes típicos de Murakami: solitarios, introspectivos, con vidas medianamente estancadas y sin sentido que se enfrentan a situaciones excepcionales con el poder de sacarlos de su situación.
El argumento gira alrededor de una serie de intrigas singulares que convergen en el tema de las sectas religiosas y sus fundamentos ideológicos. Lo curioso es que a medida que se desarrolla la narración, las explicaciones dejan de ser normales porque parece que todo lo que sucede tiene un origen sobrenatural un poco confuso. Le comenté un poco sobre el libro a un amigo amante de la cultura japonesa y su primera reacción fue: es una historia perfecta para un anime o un manga. Creo que tiene toda la razón.
Ahora me queda saber cómo termina, porque el segundo libro me dejó muchas más preguntas que respuestas. Lo malo es que por alguna razón presiento que el desenlace no me va a gustar tanto… espero equivocarme.
No parecer algo no tiene que ser malo a la fuerza. Eso significa que a uno todavía no lo han encasillado.