Tiene que ser aquí es una historia muy humana, una historia que refleja toda la esencia de la vida: la gente que se ama y deja de amarse, la gente que toma buenas y malas decisiones, la gente que muere y la gente que vive como si estuviera muerta, la gente que te saca del camino y la que te ayuda a volver a él, las pequeñas elecciones que modifican completamente nuestro presente y nuestro futuro, las segundas oportunidades que aprovechamos y no aprovechamos, en fin…
Lo interesante es que la autora construye todas estas reflexiones a través de saltos entre diferentes espacios, tiempos, narradores y estilos, llevando al lector a organizar mentalmente el orden cronológico del relato a partir de fragmentos que van encajando como las piezas de un rompecabezas. De alguna forma esta novela muestra que las decisiones que vamos tomando a lo largo de nuestra vida van decidiendo nuestro destino y en algún momento pueden volver, para bien o para mal.
Creo que es un libro fácil de leer, pero que confunde un poco porque no siempre es claro hacia donde se dirige. Los personajes son muy reales y aunque algunos son bastante particulares, no es difícil relacionarse con sus historias de vida y sus emociones. Me gustó y lo recomiendo.
¡Qué diferente podría haber sido todo, qué minúsculas las causas y qué devastadoras las consecuencias!