El título de este libro siempre me hizo pensar en un espantapájaros en medio de un campo de centeno en un estado perdido de los Estados Unidos, así que mientras lo leí siempre pensé en dos cosas: 1. ¿Cuándo me van a explicar el porqué del título? y 2. ¿Qué tiene que ver el título con el argumento?, porque está muy lejos de tratarse de un espantapájaros en medio de un campo de centeno.

El guardián entre el centeno es una novela de «coming-of-age», es decir una novela en la que el protagonista (Holden Caulfield) es un adolescente que está viviendo momentos cruciales para la construcción de su propia vida, de su personalidad y de su futuro.

Todo empieza con la expulsión de Holden del colegio, una situación que lo lleva a vivir una serie de aventuras en pocos días, pues en lugar de irse directamente a su casa, Holden decide visitar a personas, hospedarse en un hotel, salir con amigos, contrara a una prostituta, en fin, cualquier cosa excepto enfrentar el problema en el que se encuentra.

Mientras vive estas aventuras, Holden recuerda momentos de su pasado y empieza a mostrar que, detrás de esa fachada de adolescente despreocupado, realmente hay un niño desesperado por entenderse a sí mismo, por proteger a los suyos y por ser parte de algo.

Sé que es un clásico de la literatura Norteamericana, pero realmente no me pareció tan
extraordinario e incluso me costó leerlo porque no lograba engancharme a la historia. Me compadezco de quienes tienen que leerlo obligatoriamente en el colegio… a Haulden Caulfield le parecería falsísimo.