Este es uno de los libros más tristes que he leído en mi vida y no solo tiene que ver con la historia que cuenta, sino con la forma de narrar, que hace que hasta los hechos felices tengan un toque de melancolía y produzcan tristeza.
Madona con abrigo de piel es la historia de Raif Efendi, un turco que viaja a Berlín en los años 20 para aprender un oficio, pero que termina conociendo el amor y una forma de vivir la vida diferente a la que creía posible. Es, de alguna forma, una novela de autodescubrimiento y de crecimiento combinada con una historia de amor que, aunque común y predecible, es hermosa y logra transmitir cada uno de los sentimientos de los personajes.
Me gusto, pero me dejó la sensación de ser testigo de una muerte en vida.
En las relaciones no es posible quedarse petrificado en un punto concreto, porque cada paso que no se da es un paso atrás, y los instantes que no acercan a dos personas las alejan.