¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? es un clásico de la literatura de ciencia ficción, famoso principalmente porque su argumento es la base de Blade Runner, pero también porque desarrolla una de esas preguntas que nos hacemos sobre las interacciones entre humanos y robots: si el desarrollo de los robots llegara a un nivel que los hiciera prácticamente indistinguibles de los humanos y representaran un riesgo para nuestra supervivencia, ¿cómo los identificaríamos?, ¿qué hace que un robot y un humano sean distintos cuando funcionalmente pueden llegar a lo mismo?
La respuesta que plantea esta novela es la empatía y la identificación por medio de un test psicológico llamado el Voight-Kampff, en el que se plantean una serie de preguntas que, según la novela, generan ciertos tipos de respuesta física en los humanos y no en los androides.
Además de esta gran pregunta, la novela plantea de forma directa o indirecta otros cuestionamientos sobre esa forma de vivir futurista a partir de la vida de Rick Deckard, un cazarecompensas que se dedica a capturar androides, que vive con una esposa que no parece feliz, pero lo soluciona con su climatizador de ánimo y siendo devota del Mercerismo, y que está decidiendo si vale la pena invertir en un animal real o en uno eléctrico.
Este es un libro para reflexionar, que plantea más preguntas que respuestas y que seguirá siendo un referente en cuanto a ciencia ficción, léanlo, no es muy largo y cada página vale la pena.
En última instancia, el don de la empatía confundía la frontera que separa al cazador de su presa, al vencedor del vencido.
