Todavía me estoy preguntando a qué género pertenece esta novela… Cuando leí la sinopsis pensé que se trataba de una historia de terror y los capítulos iniciales no me sacaron de esta idea porque la forma de construir el suspenso de Doris Lessing parece precisamente diseñada para este género. Después de esto quizás me fui acostumbrando al estilo o me familiaricé con los personajes y dejé de sentir que era una historia de terror, pero ahora mientras escribo pienso que probablemente sí lo es, pues aunque nunca sentí un miedo intenso mientras lo leía, sí me invadió cierta inquietud, como la que producen las películas del género cuando aparece algo inexplicable que rompe con la cotidianidad y que parece que en algún momento va a explotar con consecuencias horribles.
El quinto hijo es un texto corto y continuo en el que los protagonistas son David y Harriet, dos personas que se conocen, se enamoran, se casan e inician una vida juntos. Todo en su vida parece desarrollarse de la forma adecuada, los dos tienen el sueño de una familia numerosa y sus planes se van dando como lo esperan, pero todo cambia cuando tienen a su quinto hijo, Ben.
Ben es un niño normal pero extraño, a quien nadie puede definir ni entender. Su llegada trastoca completamente la vida de la familia, acabando poco a poco con la unión, los sueños y hasta los valores familiares. Con estos ingredientes Lessing construye una narración de constante tensión en la que permanentemente se tiene la sensación de que va a pasar algo terrible e irreparable.
No contaré nada más porque sería resumir el libro. Solo diré que me inquietó, me mantuvo en suspenso y lo recomiendo.