Leí este libro porque me lo recomendó una amiga, pero antes de hacerlo me habló sobre las regresiones y sobre otro libro llamado Este dolor no es mío, de Mark Wolynn. Si no hubiera sido así, creo que el nivel de «esoterismo» de lo que narra Muchas vidas, muchos maestros me habría hecho salir corriendo.

Este libro cuenta la experiencia personal del psiquiatra Brian Weiss quien, después de muchos años tratando a pacientes con diversos métodos, trató a una paciente con hipnosis y fue encontrando el origen de sus traumas en diferentes experiencias de sus vidas pasadas. Para alguien tan enfocado en los hechos y en las pruebas como yo, esta historia suena bastante descabellada, pero hay dos cosas que me hicieron leerlo con atención:

1. La explicación científica de por qué esto podría llegara a tener sentido que me dio mi amiga y que espero leer pronto en Este dolor no es mío.
2. Un argumento que se menciona constantemente en el libro y cuando se habla de este tema: aunque no creas en las vidas pasadas, hay una razón por la que tu cerebro está construyendo esas historias. Podrían ser fantasías, pero son fantasías específicas y si te ayudan a entender algo de ti, son útiles.

Pero lo más extraño del libro no es esto, sino las intervenciones de los Maestros. A medida que Weiss va avanzando en las regresiones, su curiosidad por saber qué pasa en las transiciones entre una vida y otra lo lleva a comunicarse con unos espíritus superiores a quienes llama «los Maestros». Estos espíritus le hablan sobre la necesidad de llevar una buena vida siendo buenos con el prójimo, aprendiendo, enseñando, superando los malos hábitos. Y le hablan sobre el paso de las cargas que no superamos de una vida a la otra, sobre el hecho de que podemos encontrarnos en una vida con personas que conocimos en otra porque aún tenemos deudas pendientes.

Este no es un libro para encontrar explicaciones científicas o análisis profundos sobre las regresiones y las vidas pasadas, es más bien una narración de las sesiones de terapia específicas con una paciente, que lleva a reflexionar sobre el sentido de la vida y el valor de llevar una buena vida. Cada lector debe decidir si cree o no, y hasta dónde cree, pero claramente hay que tener la mente abierta para leerlo y no salir corriendo en el intento.

Pero el tiempo no es como lo vemos, sino lecciones que hay que aprender.