Mi elegida para cumplir con la consigna del #RetoPlaneta de octubre (un thriller o novela negra) fue probablemente una de las novelas más famosas de los últimos tiempos, que además llevaba un buen tiempo en mi lista de pendientes: El hipnotista.
Esta novela empieza, como todas las de su género, con un crimen y un investigador. Una familia es asesinada en Estocolmo, pero hay un sobreviviente de la masacre y más de un misterio por resolver alrededor del crimen. El detective asignado al caso es Joona Linna, un hombre pragmático y solitario que decide involucrar en el caso a un hipnotista retirado, Erik Maria Bark. Erik adquiere un papel protagónico en el relato inicialmente como asesor del caso y posteriormente como víctima de un crimen en el que también se ve involucrada su familia.
El ritmo del libro es vertiginoso, cuando parece que se va a resolver alguno de los misterios la historia da un nuevo giro y la nueva explicación resulta aún más sorprendente, incluso espeluznante. La novela está plagada de personajes con problemas que no solo aportan en la construcción de la intriga, sino que cuestionan a la sociedad sueca y a sus instituciones.
Para mí no fue un libro fácil de comenzar, pero una vez que me introduje en él, lo terminé muy rápido porque necesitaba que se resolvieran todas las preguntas. En varias ocasiones me sentí incómoda leyendo las historias de algunos de los personajes y tuve que detener mi lectura; en otras tuve que releer fragmentos para entender el sentido de lo que leía. No es un libro difícil, pero las escenas de hipnosis pueden confundir un poco y se deben leer con atención. Lo recomiendo a quienes les guste el género, por mi parte creo que leeré la segunda entrega y dependiendo de la impresión que me deje, continuaré leyendo a Lars kepler (que por cierto es el seudónimo de un matrimonio).