Voces de Chernóbil

Voces de Chernóbil

Cuando se anunció el Nobel de literatura, lo primero que hice fue buscar a Svetlana Alexiévich en Google y después de leer un poco sobre ella, me dije que quería leer su libro sobre Chernóbil. No sabía entonces que este era el único de su pluma que había sido traducido al español, pero me enteré a las pocas horas cuando empezaron a publicarse cientos de artículos sobre ella en toda la prensa del mundo.

Este es uno de esos libros ante el que el lector no queda indiferente, de esos libros que de alguna manera dejan algo en la persona que lo lee y ese algo no necesariamente es bueno.

Voces de Chernóbil es una colección de monólogos sobre uno de los sucesos más trágicos en la Historia de la URSS y de la humanidad. En cada monólogo, Alexiévich recoge y documenta testimonios de personas que vivieron la tragedia: liquidadores, niños, campesinos, políticos, científicos, en fin.. La voz de la autora prácticamente no existe en el texto, pero es evidente que realizó las preguntas correctas para lograr este resultado.

Para mí este es un libro sobre la pérdida: de vidas, de hogares, de la dignidad, de la credulidad, de la confianza en las instituciones. Es también un libro que, entre líneas, ilustra el modo en el que funcionaba la URSS, porque en los monólogos se menciona la estructura social, el poder del partido y del carné, los planes de producción de víveres, la educación universitaria que incluía formación militar, entre otras cosas.

Mientras leía el libro sentía rabia, porque la actitud de los políticos fue absolutamente reprochable, les importaba más conservar su poder que salvar las vidas de las personas que confiaban en ellos y que en su ingeniudad, aún en medio de la tragedia, les creían todo. Me daba rabia tanta ingeniudad, tanta ignorancia.

Como dije, nadie sale inmune de leer este libro, inevitablamente se acaba por reflexionar sobre algo que es realmente muy difícil de entender y cuyas consecuencias quizás no hayamos acabado de ver y vivir. Me hizo pensar mucho en Fukushima y en lo que podría pasar en algunos años, sinceramente espero que de la gran tragedia de Chernóbil haya quedado una lección para los gobiernos modernos, porque el subtítulo de este libro no es muy alentador: «Crónica del futuro».

En los últimos años, el hombre vive cada vez más, pero, de todos modos, la vida humana sigue siendo minúscula e insignificante comparada con la de los radionúclidos instalados en nuestra Tierra.

Fragmento de Voces de Chernóbil de Svetlana Alexiévich

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